martes, 18 de marzo de 2014
Caso Enron-Artur Andersen/Fraude tipos y ejemplo
CASO ENRON
El
caso Enron es uno de los mayores escándalos empresariales de la historia. El
primer juicio ha tenido como protagonistas a los ex directivos de la compañía
Kenneth Lay y Jeffrey Skilling, acusados de mentir a los inversores y empleados
antes del hundimiento del gigante de la energía.
¿Qué era Enron?
La
firma era la mayor empresa energética de EEUU, excluidas las petroleras, con
unos ingresos anuales de 101.000 millones de dólares. Su reconocimiento era tal
que la revista 'Fortune' le dio el título de Empresa Más Innovadora durante
seis años consecutivos.
Nació
como una compañía de gas, pero pronto se diversificó entrando en el negocio de
las infraestructuras de agua y, más tarde, se convirtió en una plataforma de
negociación de instrumentos financieros vinculados a una amplia gama de
productos.
En
agosto de 2000 la empresa alcanzó su cenit, logrando una cotización de $ 90.56
dólares por cada acción. Sin embargo, una vez iniciado el año 2001, las
acciones de la empresa en Wall Street comenzaron a caer
rápidamente de 85 a 30 dólares, cuando surgieron rumores de que las ganancias
de Enron eran el resultado de negocios con sus propias subsidiarias, una
práctica que le permitía "maquillar" las gigantescas pérdidas que
había sufrido en los últimos años. Cuando se hizo público el escándalo sobre el
uso de prácticas irregulares de contabilidad, Enron se vino abajo y llegó al
borde de la bancarrota hacia mediados de noviembre de 2001. Desde allí, la
palabra "Enron" se convirtió, para la cultura popular, en un sinónimo
del fraude empresarial planificado.
Enron
solicitó protección por bancarrota en Europa el 30 de noviembre y en los Estados Unidos
el 2 de diciembre de 2001.
En
2002 se descubrió que la mayor parte de sus beneficios eran falsos, que la
empresa tenía una deuda mayor de lo que se pensaba y que, en general, todo
Enron era un gigantesco fraude. La compañía suspendió pagos y los accionistas
que se creyeron las promesas de los directivos de Enron de que la empresa
estaba saneada perdieron todo su dinero.
Además,
sus maniobras contables provocaron la práctica desaparición de una de las
mayores auditoras por entonces y que se encargaba de sus libros, Arthur
Andersen.
¿Cuáles son los cargos?
En
esencia, la Fiscalía acusaba al ex presidente, Kenneth Lay, y al ex consejero
delegado, Jeffrey Skilling, de haber manipulado los estados contables de Enron
para enriquecerse.
Skilling
tenía 28 cargos en su contra por fraude, conspiración, abuso de información
privilegiada y mentir a los auditores.
Lay
sólo tenía seis, entre ellos, fraude y conspiración, pero después de este
juicio deberá hacer frente a otro en el que se le acusa de cuatro cargos de
fraude a entidades bancarias. Los fiscales querían que ese proceso se celebrara
de forma simultánea a este, pero el juez denegó su petición.
¿Por qué se juzga a Kenneth Lay y a Jeffrey Skilling de
forma conjunta?
Porque
los dos antiguos directivos de la compañía están acusados, entre otros cargos,
de conspirar para mentir al público sobre el valor de Enron y beneficiarse en
el proceso. Sus abogados habían tratado de que los juicios fueran separados.
¿Cuál ha sido la estrategia de los fiscales?
Demostrar
que el ex presidente y el ex consejero delegado manipularon el precio de la
acción para estafar a los accionistas y beneficiarse de ello.
Para
ello contaron con el apoyo inestimable de Andrew Fastow, el director financiero
de la empresa, que fue quien inició la ingeniería financiera que originó el
fraude.
Hace
justo dos años, Fastow se declaró culpable de fraude y accedió a colaborar con
las autoridades en la investigación a cambio de una condena de 10 años de
cárcel.
Durante
el juicio, el Gobierno, por medio de sus 25 testigos, buscó demostrar la
implicación de Lay y Skilling en una conspiración para mentir a los empleados y
los inversores.
CASO ARTHUR
ANDERSEN
Arthur
Andersen LLP fue
hasta el año 2002 una
de las cinco grandes compañías auditoras del mundo. Su sede se encontraba enChicago.
Además de la auditoría, ofrecía servicios de asesoramiento fiscal y jurídico.
En
2002, Arthur Andersen se vio involucrado en el escándalo financiero Enron, lo que motivó el cese de casi todas sus
actividades. A partir de entonces, las sociedades de Arthur Andersen en los
diferentes países se fueron disolviendo y sus equipos profesionales se
fusionaron o fueron absorbidos por otras empresas del sector.
Arthur
Andersen fue fundada en 1913 por
Arthur Andersen y Clarence DeLany bajo la denominación "Andersen, DeLany
& Co". Andersen era por aquel entonces catedrático de finanzas
empresariales en la universidad Northwestern University (cerca de Chicago). Su primer cliente
fue la empresa cervecera Schlitz
Beer Company de Milwaukee,
ciudad situada al norte de Chicago. En 1918 el
nombre de la compañía fue sustituido por "Arthur Andersen & Co".
El
final de Arthur Andersen ocurrió cuando la companía, como auditores de Enron Corporation, fue
sentenciada por los tribunales
federales de Houston el sábado, 16 de junio de 2002, por delitos de obstrucción a la justicia, y
de destrucción y alteración de documentos relacionados con la quiebra de Enron
y las irregularidades cometidas por dicha corporación. La multa impuesta fue de
unos 500.000 dólares, y
además se privó a la compañía de poder seguir ejerciendo sus funciones de
auditoría y asesoría para las sociedades registradas en la bolsa de valores de los Estados Unidos.
El 31 de mayo de 2005 la corte
suprema de Estados Unidos, a raíz de una apelación por parte de Arthur
Andersen, absolvió a la compañía basándose en la vaguedad de las pruebas
presentadas por la acusación, estimando además que el jurado del juicio
condenatorio estuvo «aleccionado» por la fiscalía para culpabilizar a la
auditora «por destruir papeles, incluso si no hubiera ánimo de obstruir a la
Justicia». Sin embargo, la compañía no pudo recuperarse de la pérdida de
prestigio y capital humano y fue incapaz de retomar la actividad profesional
anterior, ni siquiera a menor escala.1
A
fecha de 2012, Arthur Andersen no ha sido disuelta. Opera el centro de
conferencias "Q
Center", en St.
Charles, Illinois (Estados Unidos), utilizado para conferencias y cursos de
formación de diversas consultoras y auditoras (principalmente Accenture).
CASO DE FRAUDE WORLDCOM
WorldCom fue una empresa importante del sector
de las telecomunicaciones con sede Estados Unidos, que se declaró en quiebra en julio de 2002. Que ésta no
haya ocurrido antes, fue gracias a los prestamistas que lo mantenían a flote.
Entre ellos estaban J.P. Morgan Chase, Citigroup y General Electric.
Al presentar la quiebra, WorldCom debía 75 millones de dólares en
intereses vencidos, y consiguió una línea de crédito de hasta 2.000 millones de
dólares de un consorcio de prestamistas.
En el año 1983, Bernard Ebbers, dueño de una cadena de
hoteles en Mississippi, emprendió un nuevo negocio en el sector de las
telecomunicaciones. Bernard aprovechó la oportunidad de que la empresa AT&T
se segregó en sectores más pequeños. De este modo, durante casi 2 años adquirió
pequeñas empresas de telecomunicaciones para formar una red nacional en todo
los Estados Unidos. A partir de 1984 y 1994 crea LDDS (Long Distance Discount
Service) que empezó a trabajar en Mississipi. Años más tarde, la empresa cambia
de nombre a WorldCom y dispuesto a ganar más participación de mercado en los
Estados Unidos se fusiona con la empresa MCI, con el mando como director
ejecutivo de su fundador, Ebbers.
Después de la fusión, la empresa empezó a comprar todas
las cadenas más pequeñas de telecomunicaciones de todos los estados. De esa
manera, la empresa pudo aumentar su participación y en pocos años Bernard pasó
a ser una de las personas más influyentes y poderosas en el mercado de las
telecomunicaciones norteamericano. La empresa WorldCom pasó a estar valorada en
180.000 millones de dólares.
En junio de 1999, la empresa cotizaba ya en la bolsa de
los Estados Unidos, entrando con un valor por acción de 64,5 dólares.
En junio del 2002, el mercado bursátil de todo el mundo
bajó enormemente tras la difusión de un fraude contable cometido por la empresa
WorldCom por una suma multimillonaria. En Nueva York, el índice industrial Dow
Jones empezó el día con una caída de 200 puntos aproximadamente, un margen muy
inferior a la caída en el octubre del pasado año (2001). Además, el índice
Nasdaq indicaba para el mes de junio del 2002 una caída del 3%, aunque luego
una subida de solo el 0,38%. Por otro lado, las bolsas de valores de Londres,
Frankfurt, Tokio y París siguieron bajando todo el mes.
Todo ello indicó que la empresa WorldCom, una de las
empresas más grande de todo los Estados Unidos, había “maquillado” sus cuentas
para poder tener ingresos de 3.800 millones de dólares, algo que su auditora
Andersen no lo había indicado.
En el 2002, después de la caída de la empresa Enron, la U.S. Securities and Exchange Commission (Comisión de mercado de valores de los Estados Unidos) presentó documentos que ponían de manifiesto un gran
fraude contable realizado por la empresa WorldCom. El departamento de Justicia
y dos comisiones del congreso investigaron el caso. Bernard afirmó que no conocía
nada sobre las acciones de sus gerentes y de las movidas y “maquillajes” de los estados
contables. Pero las investigaciones desvelaron que el
principal “cerebro” del fraude fue Bernard Ebbers. Además, dos agencia de
análisis de riesgo calificaron las acciones de la compañía como “basura”.
Reflejando así las inevitables pérdidas que ocultaba la empresa WorldCom. Luego
de muchas investigaciones, se logró descifrar el fraude, una pérdida para sus
accionistas en más de 180.000 millones de dólares, una mala cuenta de gastos
por más de 4 mil millones de dólares y una cuenta irregular por más de 3 mil
millones de dólares.
La pregunta primordial fue como pudo lograr Bernard Ebbers
todo esto y porqué. Las investigaciones establecieron que en el 2000 la
compañía ya estaba emitiendo deuda, pero no se trasladó a los accionistas. Ese
año, el mercado de las telecomunicaciones fue muy mal, en el caso de WorldCom
también, pero ellos maquillaron las pérdidas contables como inversiones de
capitales, así pues, sus estado financieros no publicaban pérdidas. Mientras
que su flujo de caja seguía intacto y sin ningún endeudamiento. Se supo que la
auditora Andersen y Bernard estaban asociados a este fraude y que ambos
conocían de la acción de “maquillaje” de las cuentas.
Para WorldCom significó el anuncio en bancarrota en el
2002 y el despido de más de 12 mil personas, Bernard fue enjuiciado y condenado
a 25 años en prisión por el fraude. Además, la compañía auditora Andersen fue
cerrada y sus principales ejecutivos fueron enjuiciados en Estados Unidos por
fraude y colaboración en el mal uso de la información contable.
Pero quienes más estaban implicados en este caso. La
respuesta es muy simple. No sólo fue Bernard el encargado de realizar toda la
maniobra, sino también tuvo sus colaboradores. El director financiero de
WorldCom, Scott Sullivan, también estaba implicado. Cuando la empresa inició el
negocio mostraba grandes ingresos de cerca de los 1.000 millones de dólares,
pero para inicios del año 2000 la empresa entró en crisis, la empresa estaba
adquiriendo grandes pérdidas en sus estados de resultados y el valor de las
acciones estaban bajando. Por ello, Scott Sullivan empezó a inflar los estados
financieros de la empresa reemplazando los gastos por inversiones de capitales
por 3 mil millones a mediados del 2000 y por 800 millones a finales del 2000.
Boletín 250
Responsabilidad
del auditor frente a las leyes y reglamentos en la auditoría de estados
contables.
De forma sencilla
podemos resumir que la norma internacional de auditoria 250 expone la
responsabilidad del auditor de tener en cuenta y asumir las leyes y
regulaciones relevantes en una auditoria de estados financieros. Estas leyes y
regulaciones dependen de la entidad, determinando así su marco de referencia
legal y regulador, que puede estar relacionado con el manejo de la entidad y
los estados financieros.
El incumplimiento de
las leyes y regulación puede llevar a multas, sanciones o litigios que pueden
afectar directamente los estados financieros.
La administración
(entiéndase su Junta Directiva, Gobierno corporativo o cualquier autoridad
dentro de la misma capaz de dirigir y toma de decisiones) es responsable de
asegurar que las operaciones de la entidad se realizan de acuerdo a las leyes y
regulaciones pertinentes, para esto pueden llevar a cabo procedimientos y
políticas que requiera necesarias para garantizar el cumplimiento de las leyes,
como lo son monitoreo, sistemas de control y códigos de conducta. El auditor
debe obtener suficiente y apropiada evidencia de que los estados financieros
cumplen a cabalidad con las leyes y regulaciones, y estar atento a cualquier
error material en los estados financieros que indique el incumplimiento de las
leyes y regulaciones como se establece anteriormente. De acuerdo con la norma
internacional de auditoria 200, el auditor.
El auditor recurre al
marco de referencia legal y de regulación aplicable, usado para la elaboración
de los estados financieros, identificando así los riesgos de errores materiales
que se puedan presentar por incumplimiento de las leyes y demás acciones que se
deriven del mismo.
Podemos dividir las
leyes y regulaciones en dos grupos según su influencia en los estados
financieros, están son las relacionadas con impuestos y beneficios a empleados.
En el segundo grupo se encuentran las leyes y regulaciones que no afectan directamente
la información de los estados financieros, pero si el funcionamiento de la
entidad, como los son licencias de funcionamiento (dígase Licencias Sanitarias
u otra) y, cumplimiento de regulaciones ambientales (un estudio de impacto
ambiental, según el giro de la entidad). El auditor debe ayudarse de su
experiencia y conocimiento de la entidad para determinar un acto de incumplimiento
durante el desarrollo de la auditoria.
La manera más
sencilla de cumplir con este requerimiento, es creando una lista de chequeo en
donde se definan, que la compañía debe cumplir, y verificar su cumplimiento, de
acuerdo con el juicio del auditor.
Boletín 240
Responsabilidad del Auditor de considerar el fraude en
una auditoria de estados financieros.
Esta NIA establece normas
sobre la responsabilidad del auditor respecto de la existencia de fraude y
error en los estados contables sometidos a su examen .La norma destaca que el
auditor debe considerar el riesgo de la existencia de errores significativos y
fraude en los estados contables, cuando planea la auditoría, ejecuta los
procedimientos necesarios para tal fin y rinde el informe respectivo .La norma
distingue los fraudes de los errores e incluye sus características. Asimismo,
destaca la responsabilidad primaria de la dirección del ente por la prevención
y detección de los fraudes y errores que pudieran existir. La norma hace un
análisis detallado del riesgo de la auditoría (dar una opinión equivocada sobre
los estados contables sujetos a examen) y de sus componentes: el riesgo
inherente, el riesgo de control y el riesgo de detección, explicando cada uno
de ellos e indicando que actitud debe asumir el auditor frente a ellos. Finalmente,
otras cuestiones tratadas en la NIA 240 se refieren a la documentación en los
papeles de trabajo del auditor de los factores de riesgo de fraude o error
detectados; los procedimientos ejecutados en conexión con ellos; las
representaciones de la dirección que debe obtener; las comunicaciones de los
hallazgos de fraude o error a la dirección; las comunicaciones de debilidades
importantes de control interno; las cuestiones que se suscitan si el auditor no
fuera capaz de completar el trabajo; la comunicación al auditor sucesor
propuesto y otros temas relacionados.
Presenta la responsabilidad
del auditor con respecto al fraude de auditorías de estados financieros como
deben aplicarse las nías 315 y 330 para el manejo de riesgos de errores de importancia
relativa y dar una guía al auditor para proceder y que procedimientos debe
aplicar cuando se encuentre en situaciones que son motivos de sospecha o se
determina que hay fraude. Cuando el auditor inicie el trabajo de auditoria
puede encontrar representaciones erróneas en los estados financieros que pueden
surgir de errores o fraude el auditor puede determinar si la representación
errónea se debe a fraude o error si el error es intencional o no en los estados
financieros Cuando hablamos de fraude relacionamos con un concepto que tiene
implicaciones legales sin embargo el auditor no hará consideraciones legales de
que si ha ocurrido un fraude el auditor lo entenderá como la causa de errores
intencionales de importancia relativa en los estados financieros.
NIA 1010
El Propósito de la Declaración Internacional de Práctica de Auditoría
(N-IA) 1010, presenta la manera de entender los procedimientos que se deben
aplicar en la consideración de asuntos ambientales en la auditoría de Estados
Financieros, estos se resumen a continuación:
Debido a la importancia de los problemas ambientales en su
reconocimiento, medición y revelación, la cual la responsabilidad recae en la
administración; es recurrente que las entidades puedan conocer el impacto de
éstos, los cuales no son menos importantes para los usuarios de los Estados
Financieros. El auditor necesita dar consideración a los asuntos ambientales en
la auditoría.
Proporciona ayuda al auditor al describir:
Proporciona ayuda al auditor al describir:
-Las consideraciones con respecto a los asuntos ambientales
-Ejemplos de los posibles impactos de los asuntos ambientales
-Guía cuando el auditor ejerza su juicio profesional, para entender la naturaleza, oportunidad y extensión de los procedimientos de auditoría en el Conocimiento del Negocio (NIA 310), Evaluación del Riesgo y Control Interno (NIA 400), consideraciones de Leyes y Reglamentos (NIA 250) y otros procedimientos sustantivos (NIA 620) ¨Uso del trabajo de un experto.
Esta Declaración no establece principios básicos nuevos o procedimientos esenciales, su propósito es ayudar a los auditores y al desarrollo de una práctica.
La Declaración no proporciona guías en la auditoría de los estados financieros de compañías de seguro, con respecto a las pólizas de seguro.
Su propósito es ayudar a los auditores y desarrollar las prácticas más adecuadas, suministrando criterios para la aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad en aquellos casos en los que las cuestiones medioambientales sean significativas para los estados financieros.
Para fines de
esta declaración, “asuntos ambientales” se definen como:
(a) iniciativas para prevenir, abatir o
remediar el desafío al medio ambiente, o para manejar la conservación de los
recursos renovables y no renovables (tales iniciativas pueden ser requeridas
por las leyes y reglamentos ambientales o por contrato, o pueden emprenderse
voluntariamente);
(b)
consecuencias de violar las leyes y regulaciones ambientales;
(c) consecuencias del daño ambiental hecho a otros o a los recursos
naturales; y
(d) consecuencias de responsabilidad impuesta por la ley (por ejemplo responsabilidad por daños causados por dueños anteriores).
(c) consecuencias del daño ambiental hecho a otros o a los recursos
naturales; y
(d) consecuencias de responsabilidad impuesta por la ley (por ejemplo responsabilidad por daños causados por dueños anteriores).
Algunos ejemplos de asuntos ambientales que
afectan a los estados financieros son los siguientes:
la
introducción de leyes y reglamentos ambientales puede implicar un deterioro en
el valor de los activos y en consecuencia una necesidad de ajustar su valor en
libros; incumplimiento de los requisitos legales concernientes a los problemas ambientales,
tales como emisiones o al deshacerse de desperdicios o cambios a la legislación
con efecto retroactivo, pueden requerir el registro de costos de reparación del
daño, compensación o legales; algunas entidades, por ejemplo, en las industrias
extractivas (exploración o extracción de petróleo y gas), químicas o compañías
de manejo de desperdicios pueden incurrir en responsabilidad ambiental, como un
sub-producto directo de su negocio esencial; las responsabilidades
constructivas que se originan de una iniciativa voluntaria, por ejemplo, una
entidad puede haber identificado contaminación de la tierra y, aun sin tener la
obligación legal, puede haber decidido remediar la contaminación, por la preocupación
por su reputación a largo plazo y su relación con la comunidad; una entidad
puede necesitar revelar en las notas la existencia de un pasivo contingente,
cuando el gasto relativo a asuntos ambientales no pueda estimarse
razonablemente; y en situaciones extremas, el incumplimiento con ciertas leyes
y regulaciones ambientales puede afectar la continuidad de una entidad como un
negocio en marcha y consecuentemente puede afectar las revelaciones y la base
de preparación de los estados financieros.
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